miércoles, 11 de agosto de 2010

Máquinas

A veces pasan weas raras. Cruzas la pieza, y se queman los electrodomésticos a tu paso. Despiertas de noche y una gran máquina que zumba con su ritmo propio está encima tuyo haciéndote cosas. Luego sueñas que vuelas con una especie de scáner encima tuyo, por el cielo que se ve desde la ventana. No sabes si rendirte a la paranoia o reírte. Pero todo se /quema/ríe, las ampolletas parpadean como en el peor de los garitos, pese a que las cambias, o utilizas otra lámpara, o la conectas a otra fuente de energía./ Hasta las LEDS parpadean./ Pero lo peor de que parpadeen no es que parpadeen realmente... Lo peor es el ritmo. Todo tiene un ritmo. Todos zumban, y eso es lo peor. El calefactor tiene su ruido especial, que ciertos días, los días de rebelión, es insoportable, esquizofrénico, rápido, nunca igual. Lo peor es cuando no quieren funcionar, simplemente porque eres tú, el indeseado eléctricamente. Porque sii llega otro funciona, al tiro. Electrodomésticos culiaos. Pero lo que realmente te pone los nervios de punta es cuando la luz se apaga por un segundo, en el que no sabes si se paró el tiempo, parpadeaste, te abdujeron, o qué mierda pasó.

Y aún así usas electrodomésticos y sueñas con que te llevan los marcianos.

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